Momentos

Suceden ciertas cosas que a uno le hace tener que tomar ciertas decisiónes en cuanto a como manejar una situación, lo que a la vez trae consigo ciertas decisiones y actitud crítica que no puede no darse. Poco a poco uno se va dando cuenta de como es la gente que a uno lo rodea, entonces decide con quien desea compartir su vida y con quien no. Esto significa, hay gente que es como uno y otra que no, gente con la que uno se siente bien estando con ella y compartiendo su vida y gente con la que no.
Y cuando uno esta bien, muy bien, con lo que le esta pasando en un momento determinado de su vida, lo quiere compartir con la gente que lo hace a uno estar como esta. Y se aleja de esa gente que no lo entiende, que lo ve como un caso perdido, como un loco. Por ejemplo, los mayores dilemas que estos ultimos tienen son donde irse de vacaciones y demás. Y como dice lo siguiente sobre ellos: "Nuestra vida es monótona, mezquina y repetitiva, desperdiciada en la persecución de lo banal, porque al parecer no conocemos nada mejor" (El libro tibetano de la vida y la muerte, Sogyal Rimpoché). Y a nosotros que nos dedicamos a la reflexión crítica nos tildan de rayados porque de repente un día no estamos bien, porque sufrimos frente a esta problemática existencial, porque hacemos lo posible por intentar entenderla.
En definitiva, terminamos juntandonos entre los que nos entendemos y entre los que estamos felices, obviamente sin dejar de pensar criticamente (creanme que no se puede), y alejandonos de aquellos que no son compatibles con nosotros, no por soberbia sino más bien porque no nos queda otra.

En dedicación a esa persona tan especial que me hace estar tan bien y a quien tanto quiero, y a todos aquellos que también estan dentro de mi mente y que contribuyen en vistas al bien mayor, la felicidad.