NAM MYOHO RENGE KYO

Mi foto
Nombre: JUDOKAN
Ubicación: San Fernando, Buenos Aires, Argentina

miércoles, febrero 28, 2007

KI

En lugar de tomar la común acepción, mejor utilicemos otra, esa que me va a permitir exponer ese tiempo transcurrido desde el comienzo hasta el final. Y a lo que me refiero, es, desde el principio del cambio hasta su finalización en algo completamente distinto a lo que era antes de comenzar a ser. A eso mismo es a lo que hace referencia la acepción de ki que estoy utilizando, precisamente a lo que es cuando comienza a ser pero deja de ser cuando es.
Luego de andar vagabundeando, perdido, por el mundo, por distintas carreras, deportes, gente, se dio comienzo a lo que vendría a ser una nueva vida, más que una nueva vida, la verdadera vida, la que he venido a vivir. Para recordar ese punto de inflexión decidí marcar mi cuerpo con dos símbolos, o kanjis, que hacen referencia a la primer actividad que marcó o determinó de alguna manera cual era el verdadero camino a seguir. Esa actividad es el judo, y esos símbolos significan "camino de la suavidad", digamoslo de esta manera, doctrina de la suavidad, esa que según el Budo es uno de los caminos hacia la verdad.
Pasó entonces, de manera muy rara, con nuevos acontecimientos, nuevas disciplinas, nueva gente, vos, un año y medio. Cuando de repente alguien me preguntó donde estaba parado, me di cuenta de todo lo que acabo y estoy describiendo, de como mi vida había tomado un nuevo rumbo, aunque no se realmente si fue realizado por mi o si solo las cosas fueron tomando su rumbo, no puedo explicar en este momento hasta donde hubo determinismo, o no.
Lo cierto es que de repente me encuentro parado en un nuevo punto de inflexión, en ese donde por el momento las cosas al parecer empiezan a estabilizarse, por lo que aparece un nuevo símbolo para cerrar el ciclo. Ese símbolo es el Aum, el cual me remite automaticamente, al verlo, a mi parte espiritual, la cual necesariamente no se encuentra dogmatizada, y seguirá de la misma manera.
De esta manera, entrego parte de mi ser al destino, y otra partecita me la guardo para de vez en cuando poder elegir.